PRIMER EXPERIMENTO

CINCO AUTORES, UN SOLO CUENTO

Propongo las siguientes bases:

1) -Cada autor escribirá una sola página, a un espacio de interlineado, con Word, versión 2003
2) -En la última línea pondrá su nombre o pseudónimo, junto con su dirección de correo. Opcionalmente si tiene un blog o una web propios puede hacerlos figurar
3) -Una vez terminado su trabajo, buscará en la red a alguien que no conozca personalmente y le propondrá ser el siguiente; remitiéndole a la página madre: http://www.ladanzadelavida12.blogspot.com/, en la que podrá encontrar toda la información.
4) -El autor que escriba la quinta página tiene que dar final al cuento y enviarlo por e-mail a los otros cuatro, que figurarán al final de cada página.
5) -El resultado final lo expondré en la página madre, y abriremos un debate.
6) -Yo mismo he escrito la primera página. Será el punto de arranque. El que escriba la segunda habrá abierto todo un camino para tres personas más.
7) -Como puede haber infinidad de autores que escriban la segunda página, partiendo de la mía, tendremos una infinidad de versiones, que podremos estudiar. Será como un gran árbol, con un tronco común, la primera página, e infinidad de ramas. Los frutos de este árbol constituyen el resultado del experimento. El título lo he puesto yo en la primera página, como símbolo de lo que buscamos: mostrar que, a nivel de la conciencia, estamos todos conectados y que, en algún rincón de la misma, ya existe el multi-cuento. De alguna forma, lo que pretendemos es hacerlo visible a nuestras mentes.
8) -Antes de escribir cada página, el autor debe intentar sentir a los otros cuatro, aunque alguno de ellos aún no lo ha haya escrito físicamente. Esto garantiza ir más allá de la mente.
9) -Esta propuesta se puede difundir sin ningún tipo de límites. Por e-mails, blogs, webs…siempre y cuando se haga figurar la página madre, que servirá como referente a todo el experimento.

A continuación doy la salida. Aquí está mi parte, la primera página. Podéis copiarla y escribir la segunda, iniciando toda una rama de este árbol mágico que vamos a construir entre todos. Gracias por colaborar. Feliz creación.

DESPERTAR LOS SUEÑOS

- ¡Mamá, mamá…ya está!
- ¿El qué…? – Preguntó María.
- ¡Ya soy fértil! Tenemos que ir a ver a la abuela.
- ¡Felicidades, Nerea! – Dice la madre abriendo los brazos a su hija.
Sus sonrisas iluminan la cocina. La mujer mira a la mujer, distanciándola para poder contemplarla totalmente.
- Coge el teléfono y llama a tu abuela, dile que vamos.
Blanca vive en un chalet, ya retirada, disfrutando de sus flores y su huerto. Cuando oye el ruido del motor, se asoma a la ventana y saluda a las recién llegadas. La nieta corre hacia la anciana.
- ¡Abuela, ya está…! ¿Me contarás, ahora, el gran secreto…?
- ¡Claro, el momento ha llegado! – Expresa, dándole un beso en la frente.
María cierra el coche y se marcha a dar un paseo, sabe que debe dejarlas a solas. Blanca toma de la mano a su nieta y la lleva a la cocina. Busca entre los botes y finalmente se decide por uno.
- ¿Ahora nos vamos a poner a cocinar lentejas…? – Pregunta llena de asombro la chica.
- La vieja vuelca el bote en un papel y comienza a rebuscar, ignorando lo dicho por su nieta. Finalmente, se decide por cuatro lentejas. Las pone en su mano derecha y la cierra.
- Ya podemos ir
- ¿A dónde?
- Al huerto, por supuesto. – Contesta con el mismo aire con el que lo haría la mismísima Mary Poppins.
- ¡Por supuesto! – Suelta Nerea, subiendo el tono y no entendiendo nada.
La anciana busca un hueco entre sus plantas.
-Éste será un lugar excelente. Toma tus dos lentejas.- Sin dejarla responder se las deposita en su diestra, cerrándosela.
- ¡Ah… ya comprendo! Vamos a sembrarlas para recordar siempre este día.
- ¡No!
Un largo silencio se interpone entre ellas.
- ¿Entonces…?
- Nos comeremos un par y las otras dos la sembraremos, pero no para recordar este día…
- ¿Me la tengo que comer cruda…? – Pregunta con incredulidad.
- No, responde sonriendo la abuela.
- Me quitas un peso de encima. Pero… ¿cómo vamos a cocinar sólo dos lentejas? Además, aquí no tenemos ni cazuela, ni fuego
- La cacerola no nos hará falta, ¡por supuesto!
- ¡Por supuesto! – Exclama Nerea, no queriendo quedar como una tonta ante su abuela.
- ¿Y el fuego…? – Pregunta con timidez.
- Lo llevas dentro…
- ¡Por supuesto! – Se adelanta esta vez.
- Veo que vas comprendiendo.
- ¡Naturalmente, está muy claro! – Responde llena de confusión.
Autor de la primera página: Carlos González E-mail: arcoirisdan@yahoo.es
Blog; http://www.ladanzadelavida12.blogspot.com/

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